La diputada provincial Florencia Retamoso presentó un proyecto de ley destinado a impedir la instalación de máquinas expendedoras de dinero y de cualquier otro sistema de préstamos en las salas de apuestas y juegos de azar del territorio bonaerense, una iniciativa que llega tras derogación por parte del Instituto Provincial de Loterías y Casinos, de una disposición de 2016 que prohibía la utilización de medios de pagos electrónicos en esos ámbitos como una forma de prevenir la ludopatía.
“Prohíbase la instalación y funcionamiento de máquinas expendedoras de dinero y/o espacios donde se realicen transacciones con divisas y/o actividades relacionadas con préstamos personales de dinero contra entrega de documentos, cheques o empeño de bienes, y/o cualquier otra modalidad, asi como el uso de medios electrónicos que permitan la realización de transacciones con tarjetas de crédito y/o débito bancario en las Salas de Juego en todo el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. La presente alcanza a Casinos, Salas de Bingo, Hipódromos y Agencias Hipicas y deberá ser cumplida dentro de los diez (10) dias de publicada la presente”, indica el único artículo de la iniciativa presentada por la legisladora browniana.
Retamoso, que integra la bancada de Juntos por el Cambio, remarcó en sus redes sociales la contradicción que supone que mientras que por un lado la provincia auspicia programas de prevención y asistencia al juego compulsivo, por el otro facilita el acceso al dinero dentro de las salas.
La medida de la polémica
El gobierno de Axel Kicillof rehabilitó el uso de las tarjetas de débito y la instalación de posnet en las salas de apuestas de casinos, bingos, hipódromos y agencias hípicas de toda la provincia de Buenos Aires al oficializar una resolución del Instituto Provincial de Loterías y Casinos (IPLyC) que anuló la disposición de 2016 que prohibía la utilización de medios de pagos electrónicos en esos lugares de juego como una forma de prevenir la ludopatía.
Desede el IPLyC, su presidente, el lomanse Omar Galdurralde, justificó la medida al argumentar que se busca “la prevención de la evasión fiscal y el lavado de activos, en las salas de juego”, aunque establece una excepción: la resolución 447 del 2022 indica que no podrán aceptarse las tarjetas otorgadas o que incorporen fondos de planes sociales o asistenciales como una forma de evitar “el desvío de prestaciones económicas derivadas de planes o programas sociales”-
La resolución establece la “obligación del uso de medios electrónicos que permitan la realización de transacciones con tarjetas débito bancario” a la que considera un uso “conveniente y necesario”.
En Buenos Aires funcionan 46 bingos; 12 casinos; 5 hipódromos y 186 agencias hípicas. Para evitar el endeudamiento de los apostadores, se prohibió la instalación de cajeros automáticos dentro de las salas, posteriormente, esa disposición se extendió hasta dos cuadras a la redonda.
El juego es un soporte clave del presupuesto de la Provincia. y aporta 114 mil millones de pesos según lo aprobado para 2022 por la Legislatura.
En 2016 el gobierno de María Eugenia Vidal prohibió los sistemas de pago electrónico en el interior de los recintos en una disposición que buscaba “desalentar toda medida que facilite el acceso de dinero para continuar apostando sin control alguno, lo cual puede llevar a consecuencias nefastas tanto para el patrimonio personal, la salud y la familia del jugador”, al intentar que la decisión acerca del monto o disponibilidad de crédito para jugar sea tomada “de manera meditada a fin de evitar excesos”.
Por su parte, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) determinó la obligación del uso de tarjetas en las salas de juego, a las que, ahora, considera como “un servicio de esparcimiento”. inforegion